El velo siempre ha sido una tradición en las bodas
religiosas. Su objetivo era ocultar el rostro de la novia como símbolo de
pureza. Por suerte las tradiciones evolucionan y hoy en día cumple más que nada
una función estética.
Por otro lado nos encontramos con los tocados que día a día
vienen ganando protagonismo y que hoy es un indispensable para muchas novias.
Son prácticos, frescos, y la infinidad de diseños hacen que sean una opción
ideal. Se pueden llevar en todas las bodas, civiles y religiosas.
Pero qué pasa si no quieres renunciar a ninguna de las opciones ? Pues nada, ya que el velo se puede
quitar después de la ceremonia, después del baile o después del banquete y
cambiarlo por el tocado.
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