Charlene Wittstock y Alberto celebran su boda religiosa en medio de una gran expectación.
Pese a que la boda real de Mónaco se ha celebrado de tarde, la invitación al evento pedía ir de corto y, por extensión, acompañar el outfit con un tocado o sombrero. Las asistentes al enlace no se lo han pensado dos veces y han recurrido a vistosos diseños para rematar sus looks.
Las diademas con flores o redecilla han sido uno de los modelos que más éxito ha cosechado. Karolina Kurkova y Carlota Casiraghi así lo han entendido. Pero también las clásicas pamelas de rafia, como la lucida por Carolina de Mónaco o Inès de la Fressange.
Las creaciones más convecionales, pero igualmente favorecedoras, como aquellas decoradas con flores de organza y con plumas también han arrasado, sobre todo en la realeza europea, como Magdalena de Suecia, Sophie de Inglaterra o Mary Donaldson.
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